martes, 18 de septiembre de 2012

LA LECTURA. 3ª parte

Leer correctamente significa interpretar adecuadamente un texto y hacerlo llegar al oyente con la mayor claridad.
En el primero de los artículos hablaba de que el dominido de la lectura en voz alta, precisa de varias fases: Formación, dominio de la técnica y entrenamiento constante. Dentro del dominio de la técnica nos hemos detenido en los errores más extendidos entre los lectores públicos: Bajar el tono de nuestro timbre de voz al comenzar la lectura o leer con una entonación incorrecta y artificial. Hay otros muchos errores menos “perjudiciales” que estos pero que también hacen bajar la calidad de nuestro trabajo.
Un error habitual entre los locutores, sobre todo entre los que se dedican a la publicidad es comenzar las frases marcando exageradamente la primera sílaba de la primera palabra a pesar de ser una sílaba átona (sílaba no acentuada). Por ejemplo, en el texto “Atención, compre antes del día 11 y ganará una sartén…”, se marcaría equivocadamente la “A” inicial. Si cumpliéramos las normas de una correcta entonación empezaríamos nuestra curva melódica desde cero hasta la primera sílaba acentuada y por lo tanto acentuaríamos “ón”. Este error es habitual en palabras que comienzan por vocal y que sirven para llamar la atención del oyente: Increíble, impresionante, etc. (ver vídeo)
La lectura correcta en voz alta, se basa en el dominio de la vocalización, la dicción, la entonación, el ritmo, las pausas, etc., en una correcta entonación y acentuación de las palabras y además, en la habilidad de llevar nuestra mirada por delante del sonido de nuestra voz. Cuando pronunciemos una palabra, nuestra mirada debe de estar en 4 ó 5 palabras a la derecha.  No es nuestra voz la que descifra el texto escrito y lo convierte en sonido, es nuestro cerebro. La vista capta la información y la envía al cerebro, éste la asimila y la convierte en sonido por medio de nuestro aparato fonador emitiéndola al exterior con nuestra voz. Si conseguimos leer así, nos iremos anticipando a posibles dificultades gramaticales, de pronunciación, etc. y comprenderemos mejor el contenido facilitando su interpretación.
No te asustes. Después de leer el último párrafo puede parecer muy difícil pero no es así. Voy a decirlo de otra manera. Para leer bien en voz alta, hay que leer mucho en voz alta. ESTA ES LA CLAVE.
 
Entrenamiento constante
Vamos a partir desde cero. Para llegar a ser un buen lector en voz alta es fundamental, LA CONCENTRACIÓN. El lector público se despista muy fácilmente. Cuando leemos un libro, lo hacemos con la intención de enterarnos de lo que dice. Nos concentramos en comprender su contenido y si nos despistamos en algún momento, retornamos a un punto anterior y volvemos a leerlo. La lectura ante un público, debería de ser así y en cambio no lo es. ¿Por qué? Porque son muchos los elementos que pueden desviar nuestra atención: ruidos inesperados, público hablando, pensamientos ajenos  a la lectura, deseos de acabar, etc. Nuestra voz emite el texto que leemos pero nuestra mente se encuentra en otro lugar, en cualquier escenario que nada tiene que ver con el texto que estamos convirtiendo en sonido.
Es muy importante la concentración para evitar errores, comprender la lectura, entonar correctamente, etc. Además, si no estamos concentrados, difícilmente podremos adelantar nuestra mirada a nuestra voz.
Como decía al comienzo de esta serie de artículos, la mayoría de los locutores o lectores no han tenido una formación específica para poder usar la lectura en voz alta como herramienta profesional.  La mayoría ha ido adquiriendo práctica y experiencia ejerciendo su trabajo, lo que conlleva un alto riesgo para adquirir vicios y errores.
Independientemente de si ese día ha hablado o no ante un micro, todo profesional de la voz debería cada día dedicar al menos 10 minutos a practicar la lectura en voz alta.
Es así de simple y de comprometido a la vez. 10 minutos de concentración máxima, donde habrá que empezar desde cero.
 
EJERCICIO. (incluído en la página de ejercicios)
Elige un texto rico en expresividad. Imprime una página a un tamaño bien grande. Como mínimo un cuerpo de 14 y a doble espacio. Empieza a leer muy, muy, pero que muy lentamente, exagerando la vocalización, forzando los músculos faciales, colocando correctamente lengua, dientes, labios, etc. Siendo conscientes de la entonación que le damos a las palabras, su acentuación, respetando los signos de puntuación y dibujando correctamente la curva melódica. Insisto en la lentitud. Manteniendo ese ritmo lento, muy lento, vamos a intentar adelantar nuestra mirada a nuestra voz algunas palabras, poco a poco. Cuando veas que se acerca un punto, levanta la mirada del papel y termina la frase sin mirarlo. Grábate y después escucha lo que has grabado.
Este ejercicio te va a permitir controlar la velocidad, ejercitar los músculos que intervienen en la fonación y mejorar tu vocalización. Mejorar tu entonación y por lo tanto hacer más creíble tu lectura. Mejorar tu interpretación y el control de las pausas.
Deberás practicarlo al menos durante 15 días a la misma velocidad, con la misma lentitud, y cambiando cada día de texto. Pasado ese tiempo deberás imprimirle poco a poco más velocidad. Serás tú con la autocrítica quien decida si debe o no aumentar la velocidad. Tú debes decidir si las grabaciones están bien o no. Si crees que no eres objetivo contigo, pide ayuda a alguien de confianza que no te mienta y adule. Y que sea capaz de juzgar tu grabación.
Cuando pasado un tiempo, llegues a leer con la velocidad propia que requiere cada texto, deberás seguir practicando cada día 10 minutos mezclando diferentes textos, de contenidos muy distintos entre si: poesía, prosa, alegres, tristes, cuentos, monólogos, noticias, etc.
La practica diaria es básica para mantener e incluso mejorar nuestro nivel profesional, para evitar y corregir posibles vicios, para conservar nuestra personalidad y no dejarnos llevar por modas o estilos perjudiciales. Hay muchos ejercicios para mejorar la lectura. Personalmente te animo a que practiques los que potencien la concentración.
A continuación mira y escucha el siguiente vídeo:

 
Acabo estos artículos dedicados a la lectura reiterando la necesidad del profesional del micrófono de esforzarse por mejorar, El ritmo del “día a día” hace en muchas ocasiones que centremos nuestra atención en otros aspectos de nuestro trabajo sin darnos cuenta que todo el esfuerzo previo deberá pasar obligatoriamente por la exposición ante el micro. Si ésta no es correcta, todo nuestro esfuerzo previo habrá sido en vano.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Llegamos a las 20.000 visitas

 
 
20.000 visitas en menos de ocho meses. No sé si para la gente que analiza el mundo de los blogs y las webs serán muchas o pocas, pero para mí, teniendo en cuenta el contenido tan específico y el público tan determinado al que va dirigido, me hace sentirme como un miembro de la realeza (lleno de orgullo y satisfacción).
Soy locutor desde el comienzo de la década de los ochenta. Empecé presentando discos de vinilo en Los 40 Principales cuando aún faltaban años para que aparecieran los Compact Discs y sólo sabíamos de la informática por las películas de ciencia ficción. Mi crecimiento personal y profesional ha ido en paralelo con la fascinante evolución tecnológica que hemos experimentado en los últimos 30 años. Empiezo a notar que tengo una cierta edad cuando se me escapan frase como “si en mis tiempos hubiésemos tenido esto…”  aunque mi pareja me pone en mi sitio: “Abueeeloooo”.
En el campo de la docencia empecé por casualidad hace diecisiete años impartiendo talleres a gente joven que quería hacer radio. Desde entonces y hasta ahora he impartido clases en multitud de formatos (talleres, cursos cortos y largos, de un día, de 6 meses, Formación para el empleo, expertos y másteres universitarios, Sindicatos de periodistas, etc.), para todo tipo de alumnos (adolescentes, amas de casa, parados, pensionistas, estudiantes universitarios, posgrados, locutores o redactores en activo, presentadores de televisión, profesores, candidatos políticos o rectores de Universidad) y en muy distintos escenarios (Emisoras de radio, de televisión, Ayuntamientos, colegios, institutos, Universidades, academias, centros culturales, estudios de grabación, etc.)
Durante este tiempo, y cada vez más, he analizado el comportamiento de los profesionales del micrófono y de las personas que habitualmente hablan en público. Las conclusiones a las que he llegado han sido las que en su momento me animaron a crear aprenderlocucion.com.
Sin duda la conclusión más importante fue la falta de formación y preparación en un alto porcentaje de los profesionales del micrófono. Pero no por culpa de ellos, sino por la falta de oferta formativa en el campo de la locución. Fue especialmente frustrante cuando hace unos años impartí un curso en el que se matricularon un alto número de licenciados en Periodismo y Comunicación audiovisual. Los alumnos me confesaron que durante sus años de Carrera no habían realizado ni una práctica de locución. Sus escasas experiencias las habían buscado fuera de la Facultad.
Hasta hace muy poco no existía en las Universidades españolas una enseñanza reglada destinada a la locución o al doblaje. Ahora, parece que tímidamente sobre todo en las privadas, empiezan a aparecer algunas asignaturas sobre este tema.
Visto desde fuera, ¿en qué cabeza cabe pensar que se formen profesionales que deben plasmar su trabajo ante un micrófono sin preparación alguna en locución? Es como formar a un piloto de Fórmula 1 con profundos conocimientos teóricos de física, mecánica y conducción, pero sin montarse en un coche y ponerlo a competir en un Gran Premio. ¡Sería para verlo!
Hoy en día son muchos los profesionales que, con una alta formación teórica y con ganas de comerse el mundo, fracasan o no alcanzan el nivel deseado ante el micrófono.
Otro caso es el locutor “a secas” (y en mayúsculas). Un profesional que es capaz de poner voz  “a lo que sea”: Un documental, un anuncio, una guía, un audiolibro, un curso, un contestador, etc. ¿Dónde se forma? En la actualidad en España, el locutor o tiene una formación autodidacta o procede de la radio o el teatro. Tampoco existe una formación reglada para esta salida profesional.
La experiencia vivida como docente y asesor junto con la de locutor y productor audiovisual me animó a crear esta web. Deseo compartir experiencias y conocimientos. Ayudar en lo posible a la gente que empieza y a los profesionales que ven que sus errores y vicios adquiridos les impiden mejorar. Como dice el texto de la cabecera de la página, este es un lugar de encuentro, “un espacio íntegramente dedicado a la locución multimedia. Aprendizaje, experiencias, formación, ejercicios, consejos...”
Hace falta formación para los profesionales que nos dedicamos a la locución. Necesitamos mejorar la calidad de los locutores ya que está disminuyendo el nivel de los comunicadores audiovisuales y de los profesionales de la voz.  
Crear una web con estos contenidos y con propuestas formativas de bajo coste es mi ofrecimiento a la red y parece que de momento me voy haciendo un hueco.
Este es mi bagaje. La garantía, mis alumnos y los seguidores de la web.
¡Gracias! ¡20.000 gracias a todos ellos.!

martes, 11 de septiembre de 2012

LA LECTURA (segunda parte). La entonación.


Continuamos con los errores más comunes.
Uno de los errores más extendidos y que más empobrece la lectura en voz alta es la mala entonación.
Pero, ¿Qué es la entonación? “Tiremos” del diccionario de la RAE:

Entonación: Modulación de la voz en la secuencia de sonidos del habla que puede reflejar diferencias de sentido, de intención, de emoción y de origen del hablante, y que, en algunas lenguas, puede ser significativa.
Otras definiciones de entonación: Línea melódica definida por la sucesión de tonos que, en una cadena hablada (palabra, oración, etc.), contribuye a determinar su significado. Variación del tono de la voz de una persona según el sentido o la intención de lo que dice.

Hasta aquí la explicación formal y “académica”. Ahora utilicemos un lenguaje más “asequible”.
Por medio de la entonación damos sentido a un texto.  Un mensaje puede variar su significado dependiendo de cómo lo leas.
Por ejemplo si decimos ¡Vaya locutor estás hecho! Dependiendo de cómo lo hagamos podemos transmitir admiración por la calidad profesional de un compañero o todo lo contrario.

En nuestra comunicación cotidiana utilizamos correctamente la entonación. Al hablar con otras personas entonamos de una forma u otra en función del mensaje que queramos enviar. Inconscientemente variamos el tono, el ritmo, el énfasis de nuestra voz dependiendo de si queremos reflejar alegría, tristeza, sorpresa, terror o cualquier otro sentimiento o intención.
Pero cuando leemos en voz alta, esa capacidad innata de entonar lo que decimos, misteriosamente se pierde. Al convertir en sonido un texto impreso, al leer en voz alta, la entonación se complica, se artificializa, se vuelve contra uno, no nos sale… ¡¡AHHH!! ¿Por quéeee?

Probablemente, y perdón por repetirme, la falta de formación provoque que en vez de utilizar nuestra valiosa capacidad innata en la lectura, adquiramos errores y vicios que estropearán nuestro trabajo e impedirán que progresemos.

En la lectura en voz alta, cuanto más se parezca la entonación a la del habla espontanea, más correcta y creíble será. A partir de ahí le imprimiremos más o menos velocidad, volumen, pasión, intensidad etc., dependiendo del objetivo que busquemos y con la corrección propia de quien se dirige a un público. Por encima de todo un mensaje, sea cual sea su contenido, debe convencer. Con una entonación artificial o equivocada nunca lograremos ese objetivo.

Para saber si has leído un texto con la entonación correcta, haz la siguiente prueba. Extrae la primera frase del texto y dila, sin leer, como si estuvieras hablando con otra persona que está cerca de ti. ¿Tienen la misma entonación? Si no la tienen, es que algo falla en tu lectura. La correcta siempre será la segunda opción.

La representación gráfica de una entonación son las curvas de entonación o curvas melódicas. Éstas nos indican los descensos o ascensos que efectuamos en nuestro tono de voz. Como no quiero aburrirte con una clase teórica sobre lingüística, vamos a quedarnos sólo con la curva de melódica en una frase enunciativa.

En la curva melódica de una frase enunciativa, distinguimos tres partes: Una primera ascendente, en que sube el tono de la voz (normalmente hasta la primera sílaba acentuada), una segunda de mantenimiento, en la que mantenemos el tono de voz, con variaciones ascendentes y descendentes según la complejidad y duración de la frase y una tercera de descenso, en la que la voz baja de tono (normalmente a partir de la última sílaba acentuada).

Dicho esto queda claro que en el comienzo de una lectura hemos de empezar desde abajo subiendo nuestro tono hasta la primera sílaba acentuada. Cuando el texto comienza por un monosílabo, un artículo, una preposición  o un pronombre, entendemos por la primera sílaba acentuada, la correspondiente a la siguiente palabra. A partir de ahí debo tener en cuenta la acentuación de cada palabra y sobre todo de los verbos. Me ayudarán a mantener la entonación adecuada.

Sigue el artículo viendo y escuchando el siguiente vídeo:
 
 
 
 
 
Cualquier texto que no se lea respetando las curvas de entonación y los signos de puntación se “saldrá”de la entonación adecuada y llegará al receptor de una forma distinta a la que pretendíamos: monótono, poco creíble, artificial, etc.
 
Para corregir este grave error, hay que leer mucho en voz alta, todos los días al menos 10 ó 15 minutos, textos ricos en expresividad. Primero muy, pero que muy lentamente, respetando las curvas de entonación, marcando muy bien la acentuación de las palabras, sobre todo de los verbos. Fijándome en la importancia de cada signo de puntuación. Grabándome, escuchando con juicio crítico. Comparando la entonación de la lectura grabada con la entonación que le imprimiría si fuese un texto improvisado. Así, lentamente iré aumentando la velocidad en la lectura hasta llegar a un ritmo adecuado.
Lo ideal (aquí hago publicidad de mis cursos) es que realices algún tipo de formación para que te marquen las directrices de cómo seguir mejorando.
 
Por último, para que veas la importancia de las curvas melódicas o de entonación, practica con estas frases diferenciadas sólo en los signos de puntuación:

¡Como quien no quiere la cosa!
¡Cómo! ¿Quién no quiere la cosa?

 
CONTINUARÁ...






 





 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Curso online de LOCUCIÓN AUDIOVISUAL



Curso online de Locución audiovisual.
Fecha de comienzo: 15 de octubre de 2012
 

El Curso:
Llevo más de 30 años dedicado a la locución profesional en sus diferentes facetas y 17 dedicado a la docencia en el campo la locución, la radio y el sonido. En todo este tiempo he estudiado el comportamiento y la actitud de los comunicadores orales, de los profesionales consagrados y de los que empiezan. He analizado virtudes, trucos, técnicas, errores y defectos. Estoy convencido de que el origen de la mayoría de los problemas que tienen los/as locutores/as para alcanzar un nivel satisfactorio en su profesión es la falta de formación y el tiempo que dedican a mejorar.
 
Defiendo la naturalidad como la base de la comunicación profesional. Los seres humanos nos comunicamos desde el día en que nacemos. Toda nuestra existencia posterior es un entrenamiento de esta capacidad.
Por diferentes motivos, y en la mayoría de los casos sin darnos cuenta, dejamos de ser nosotros mismos e imitamos a otras personas o nos volvemos artificiales. ¿Falta de confianza? ¿Miedo al ridículo? ¿No nos gusta nuestra voz? ¿…?
¿Por qué, en vez de copiar los vicios de los demás, no tratamos de mejorar nuestra forma de comunicar, la que llevamos usando desde que nacimos?
Analicemos nuestras carencias, errores, vicios, etc. y trabajemos para corregirlos. Mejoremos nuestra forma de comunicar. La nuestra, única y personal. Seamos nosotros mismos y no imitemos. De eso se trata.
Aunque parezca una contradicción, teniendo como base nuestra naturalidad, seremos capaces de interpretar multitud de papeles y lograr que nuestro mensaje, improvisado o escrito, llegue al destinatario como deseemos.
En la actualidad, los medios de comunicación audiovisuales están llenos de locutores artificiales, llenos de vicios, con entonaciones poco creíbles y desgraciadamente nos estamos acostumbrando a ellos. La mayoría no han recibido formación para ser locutores. ¿Será por eso que imitan?
 
Dirigido a:
Aquellas personas que estén empezando en el campo de la locución y necesiten formarse y a profesionales en activo que deseen perfeccionar o corregir errores. Los grupos se formarán teniendo en cuenta la experiencia del alumnado.
 
Objetivo:
- Mejorar tu capacidad expresiva.
- Técnicas para mejorar la vocalización, dicción, tu capacidad de interpretación y lectura.
- Técnicas de lectura ante el micrófono
- Analizar errores, optimizar recursos, trabajar la respiración, el lenguaje corporal.
- Conocer cuáles son las herramientas de que dispones para mejorar tu comunicación profesional.
 
Formato:
Durante 6 semanas, por medio de Aula Virtual con Adobe Connect o similar. 
Cada semana:
- Clase online de 1 hora de duración sobre el tema a tratar que podrás visualizar cuando desees.
- Tutoría de 60 minutos en pequeños grupos de 4 alumnos como máximo para interactuar con los alumnos realizando, revisando y corrigiendo ejercicios, resolviendo dudas, etc.
 
Requisitos:
Disponer de conexión a internet, una webcam y un micrófono conectado al ordenador.
 
Horarios:
La clase online estará a disposición del alumno permanentemente para que pueda visualizarla cuando desee.
Las tutorías se celebrarán los martes, miércoles y jueves de cada semana entre las 17:00 y las 20:00 horas. Cuando realices tu reserva, indica que día y hora te conviene más.
 
Precio: 80 €
 
Más Información y reserva:
info@aprenderlocucion.com

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA LECTURA (primera parte)


¡Qué difícil es leer bien en voz alta! Rotunda conclusión a la que llegan muchos/as locutores/as en la intimidad de su estudio cuando ven que no consiguen el resultado deseado con un texto. Llega a ser frustrante ver que no consigues imprimir a tu lectura la entonación, el ritmo, la interpretación, el volumen,… la credibilidad que uno desea. Pero entonces ¿qué debo hacer para que mi lectura suene como la de esos/as locutores/as ya consagrados que lo hacen tan bien y aparentemente con tan poca dificultad? ¿Por qué a ellos no les resulta tan difícil como a mí? ¿Por qué a ellos les suena tan creíble y a mí no?
Bueno, empecemos por el principio. Voy a llevarle la contraria a la frase inicial de este artículo: ¡Leer bien en voz alta no es tan difícil! (espero que esta afirmación te anime a seguir leyendo).
Desgraciadamente, y esto ya lo he comentado en varios artículos anteriores, la mayoría de los errores de los locutores surgen por la falta de formación. En contra del sentido común, generalmente cuando un locutor se pone por primera vez delante de un micrófono  en el campo profesional, su formación ha sido nula o muy deficiente convirtiéndose en un saco en el que caben todo tipo de errores o vicios de difícil solución.
Como todo, el dominio de la lectura en voz alta, precisa de varias fases: Formación, dominio de la técnica y entrenamiento constante.

Formación. En este proceso, que en este artículo pasaremos por alto, el aspirante a lector debe aprender a dominar los aspectos genéricos y obligados de cualquier comunicador oral: La impostación, la vocalización, la dicción, etc. Es así de simple, si te consideras locutor/a y quieres leer bien en voz alta, hay que partir del dominio de estos conceptos. Si no es así, echa marcha atrás y empieza por leerte los artículos antiguos de esta web de enero, febrero y marzo de 2012 y practica con las propuestas del apartado ejercicios. Cuando te consideres apto, continúa leyendo en este punto. Lo siento, los profesionales hemos de exigirnos. Ya lo he dicho en muchas ocasiones: hay mucho mediocre que hace mucho daño a la profesión. Para “ser bueno en esto” primero hay que formarse y luego, permanentemente, dedicar tiempo a mejorar y a corregir errores.

Dominio de la técnica. Antes de empezar a leer, es muy importante tener en cuenta los pasos previos (Leer “Recomendaciones previas I, II y III”). Si no se cumplen, el riesgo de equivocación estará en su máximo nivel.

Cumplidas todas las indicaciones previas estamos en disposición óptima para afrontar una lectura. El siguiente paso es fundamental: El arranque. De cómo empecemos la lectura de un texto va a depender en gran medida el éxito o el fracaso de la misma. Pero en vez de soltar un rollo teórico de cómo hacerlo, prefiero que hagamos un repaso a los errores que habitualmente se comenten en el comienzo de la lectura y que condicionan el resultado final.

Imaginemos la situación: Tengo un texto colocado en el atril, estoy de pie delante de él, estoy cómodo, lo veo perfectamente, lo he repasado, lo entiendo y comprendo, he calentado y me dispongo a grabar… (Hasta aquí, todo lo he hecho bien)

Veamos algunos de los errores más comunes:

- Cada uno de nosotros tiene un timbre de voz personal y único, unos con un tono más grave y otros más agudo. Para bien o para mal es el sonido de nuestra voz y es el que siempre debemos utilizar. Falsearlo es un grave error que nos condicionará toda nuestra vida. El locutor o locutora que falsea su voz demuestra inseguridad y a veces hasta complejo de inferioridad. Yo tengo mi timbre de voz y Constantino Romero, por poner un ejemplo, el suyo. Intentar imitarlo es condenarme al fracaso. Lo que debo hacer es mejorar mi capacidad como locutor con mi propio timbre. Y si no me convence, es que a lo mejor me he equivocado de profesión.
Pues bien, por algún motivo, cuando empezamos una lectura tendemos a hacerlo en un tono más grave que el nuestro. Es como si, por ejemplo, nuestro timbre de voz equivaliese a la nota SOL en una escala musical y al empezar a leer nos bajásemos a un MI o, pero aún, a un SOL pero de la una octava más baja. La única explicación que se me ocurre es que al no estar contentos con el sonido de nuestra voz, inconscientemente tendemos a imitar el de algún/a locutor/a de los consagrados que escuchamos a nivel nacional y que tenemos como referente. Empezar la lectura de un texto en un tono más bajo que el nuestro nos condena a un resultado deficiente. Nos restará naturalidad, capacidad interpretativa y tendremos problemas de respiración.

Mira y escucha el siguiente vídeo:
 

TEXTO DEL EJEMPLO:

Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central.
(Fragmento de “Capitaes da Areia” de Jorge Amado).
 
 
Si quiero hacer una lectura con todos los medios que tengo a mi disposición para alcanzar un resultado óptimo, debe hacerlo con mi voz completa. La misma que utilizo para comunicarme en mi vida cotidiana y que me permite ser yo mismo para bien o para mal. Cualquier variación de mi timbre natural va a limitar mi capacidad y va a rebajar sensiblemente la calidad final de mi trabajo.

CONTINUARÁ...