lunes, 26 de enero de 2015

Sé tú mismo. Rechaza imitaciones

(Actualización del artículo "Rechaza imitaciones" publicado el 11 de enero de 2012)

Para bien o para mal cada uno de nosotros es único. Con nuestras virtudes y defectos, nuestro carácter, educación, formación, experiencia, amistades, etc. Nadie será nunca exactamente igual que nosotros mismos y desde mi punto de vista ese debe de ser nuestro gran valor. Por eso lo ideal es  mejorar nuestra mejor versión, sacar el mayor partido a nuestra “exclusiva materia prima” y nunca, jamás, imitar a nadie.
Coger ideas, SI. Fijarnos en las cosas buenas que hacen los profesionales consagrados y adaptarlas a nuestro estilo, SI, pero copiar, NUNCA.

Todos conocemos, cerca de nosotros, al típico graciosillo que imita a  algún personaje de la televisión o al cómico de moda o, peor aún, al que ya está pasado de moda. Y simplemente es eso,… una persona que imita.

El gran problema de los imitadores es que nunca serán ellos mismos, serán sólo malas copias de un original. Interpretan un personaje que no es el suyo y que además tiene fecha de caducidad. Y peor aún, el imitador difícilmente podrá recuperar su propia identidad.

A lo largo de mi vida profesional he conocido bastantes compañeros que imitaban. Lo digo rotundamente, nunca llegaron a nada. Desde hace algún tiempo escucho por Andalucía (no daré más detalles) a una chica que es una copia de Gemma Nierga (conductora del “Hoy por Hoy” de la Cadena SER). La copia es tan descarada que incluso imita sus dejes catalanes. Me la imagino adaptándose a una transmisión en situaciones extremas: en una manifestación muy ruidosa, en un concierto de rock,… ¿Lo haría igual? ¿Seguiría imitando?

En este ejemplo la protagonista imita a una profesional con nombre y apellidos pero también están los/las que falsean su voz engolándola o atiplándola para que, según ellos/as suene mejor. Siempre vivirán con el hándicap de “tener que disfrazarse” para dirigirse a un público.

¡Qué manía con complicarnos la vida! Si lo más sencillo es ser nosotros mismos. Se nos ha proporcionado una voz, un cuerpo y una inteligencia suficientes como para comunicarnos satisfactoriamente con los demás. Pues sencillamente procuremos usar la mejor versión de nosotros mismos para hacerlo sin necesidad de copiar a otros.

Y puestos a copiar, imitemos la capacidad de los profesionales consagrados de ser ellos mismos.
Si tenemos claro que, como comunicadores, tenemos que ser nosotros mismos, nos será muchísimo más fácil adaptarnos a cada situación e imprimirle a nuestro mensaje el sentimiento y la actitud que queramos. Y además, llevará nuestro sello personal.


Y si los otros si quieren,... ¡Qué nos imiten!


lunes, 19 de enero de 2015

¿Todos podemos hablar delante de un público? (actualización)

Lo prometido es deuda. Comienzo con este artículo el repaso/actualización de los publicados en el blog desde enero de 2012 hasta hoy:

“Todos podemos hablar delante de un público”. Hace tres años cuando comencé a escribir en el blog dije que esta afirmación era la que me animó a crearlo. Para hablar ante un micrófono hoy en día, no se exige tener una gran voz como antiguamente. Sólo necesitamos saber utilizar la que tenemos. Hemos de convencernos de que disponemos de la suficiente materia prima y no es necesario disfrazarla. Los seres humanos nos comunicamos desde el día en que nacemos. Toda nuestra existencia posterior es un entrenamiento de esta capacidad. Pero entonces, un día, sucede que necesitamos comunicar algún mensaje importante, no ante una persona o la pandilla de amigos, sino ante cientos, miles de personas: 
¡Bienvenido a la comunicación de masas!
Pero cuando estamos ante el público, por diferentes motivos, y en la mayoría de los casos sin darnos cuenta, dejamos de ser nosotros mismos e imitamos a otras personas. ¿Falta de confianza? ¿Miedo al ridículo? ¿No nos gusta nuestra voz? ¿?

¿Por qué, en vez de copiar los vicios de los demás, no tratamos de mejorar nuestra forma de comunicar, la que llevamos usando desde que nacimos?
Analicemos nuestras carencias, nuestros errores, nuestros vicios y trabajemos para corregirlos. Mejoremos nuestra forma de comunicar. La nuestra, única y personal. Seamos nosotros mismos y no imitemos. Adaptemos nuestra forma natural de comunicar a la “Comunicación de masas”. De eso se trata.
En la actualidad, los medios de comunicación audiovisuales están llenos de locutores artificiales, llenos de vicios, con entonaciones poco creíbles y desgraciadamente nos estamos acostumbrando a ellos. La mayoría no han recibido formación para ser locutores ¿será por eso que imitan?

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Y al contrario, ¿Si tengo una gran voz puedo ser locutor? No nos confundamos. De la misma manera que no es necesaria una gran voz para ser comunicador/ oral, el hecho de tenerla no te faculta para ser locutor o locutora. El hecho de ser una persona muy alta no quiere decir que seas un buen jugador de basket. Puedes llegar a serlo si practicas y adquieres la destreza necesaria pero no por medir dos metros. Yo comparo a las personas con una bella voz, que por poseerla creen ser locutores o comunicadores orales, con los actores. Para un actor o actriz lo más importante es saber interpretar lo mejor que pueda. Pero si además es guapo o guapa, pues mucho mejor.
El buen locutor debe leer muy bien, vocalizar perfectamente, tener una dicción excelente, controlar los diferentes elementos de la comunicación oral, el ritmo, el silencio, el volumen, la interpretación, etc. Y si además tiene una buena voz,… pues mucho mejor.
Puedes tener entre tus manos la mejor guitarra del mundo pero si no la sabes afinar y encima no sabes tocarla…

“Todos podemos hablar delante de un público” pero con la necesaria preparación y sin dejar de ser nosotros mismos.

viernes, 16 de enero de 2015

Cumplimos 3 años

Durante este mes de enero se cumplen 3 años desde que decidí crear aprenderlocucion.com. Esta web es un proyecto personal y así continúa para bien y para mal. Para bien porque la increíble respuesta de la gente me demuestra que ha servido para ayudar a bastantes compañeros/as y a la gente que empieza y para mal porque en los últimos meses me hubiese gustado no estar tan solo para haberle dedicado más tiempo. Lo cierto es que las cosas, en algunos aspectos de mi vida, han cambiado mucho desde enero de 2012. El primer año dediqué muchas horas a darle contenido a la web al mismo tiempo que intentaba rehacer mi carrera profesional maltrecha por la dichosa crisis pero debo reconocer que poco a poco he ido dedicándole más tiempo a mi trabajo de locutor que a mantener esta web que tantas alegrías me da. Si a eso añadimos el nacimiento de mi segundo  hijo en 2013, mi dedicación a la web se ha ido reduciendo considerablemente. A pesar de esto, aprenderlocucion.con se acerca a las 200.000 visitas con una media de 275 diarias que para una página tan específica no está nada mal. Lo que demuestra que la locución y las ganas de aprender y mejorar despiertan interés.
Aprender Locución nació para ayudar a tanta gente que quiere iniciarse en el mundo de la locución y a aquellos que teniendo experiencia necesitan un pequeño empujón para seguir mejorando.
Llevo 20 años estudiando  el comportamiento y la actitud de los comunicadores orales, de los profesionales consagrados y de los que empiezan. He analizado virtudes, trucos, técnicas, errores y defectos.
Estoy convencido de que el origen de la mayoría de los dificultades que tienen los/as locutores/as para alcanzar un nivel satisfactorio en su profesión es la falta de formación y el insuficiente tiempo que dedican a perfeccionarse. 
A diferencia de otros profesionales, los que nos dedicamos a la comunicación oral en sus distintas facetas, contamos con muy pocos centros de formación  y docentes capacitados para formarnos adecuadamente. Esto provoca que la mayoría de nosotros seamos autodidactas y que en la actualidad estemos viviendo un deterioro en la calidad de la profesión.
He decidido dedicarle más tiempo a la web como agradecimiento a todos los que diariamente entran para leer los artículos, escuchar las grabaciones o practicar los ejercicios. En primer lugar voy a hacer una revisión de todos los artículos y voy a publicarlos de nuevo actualizando los contenidos y añadiendo algunas ideas. Al fin y al cabo la mayoría de las publicaciones son atemporales y siguen siendo actuales hoy en día.
Mi más sincero agradecimiento a todos los que entráis en el blog. Seguid haciéndolo y practicando con sus contenidos que para eso está.