lunes, 30 de abril de 2012

10.000 visitas = nuevo ejercicio


Coincidiendo con los tres meses de vida, llegamos a las 10.000 visitas y, como a nuestro “rey de la selva”, me llena de orgullo y satisfacción. Para celebrarlo os propongo un nuevo ejercicio. En este caso para practicar la lectura con “Jitanjáforas”. Te invito a que practiques. Se trata del ejercicio número 6 de la sección ejercicios.

lunes, 23 de abril de 2012

¿Cómo es un curso de locución online?

En las últimas semanas he recibido mensajes de personas que no tenían claro cómo se podía hacer un curso de locución online. Creo que la imagen que tenemos de los cursos online es la que provoca esa duda. Estamos acostumbrados a cursos donde el docente facilita material en formato texto, o en algunas ocasiones en vídeo, donde la relación directa docente-alumno se limita a un foro o chat o al correo electrónico. Incluso creo que hay cursos de locución que se imparten así. No digo que sean ineficaces pero me parecen insuficientes.
Entiendo que en un curso en el que se habla de locución audiovisual, es fundamental la imagen y el sonido. Hoy en día disponemos de herramientas para realizar un curso de estas características con todas las garantías. Lo único necesario es disponer de una webcam y un micrófono conectado al ordenador. El alumno asiste a la clase en directo viendo y escuchando al docente y pudiendo intervenir en cualquier momento activando su micrófono. El docente puede insertar cuando lo desee imagen en movimiento, audios, presentaciones, texto, etc., que además el alumno se puede descargar.
Normalmente en las exposiciones, al menos yo así lo hago, no se activan las cámaras de los alumnos porque así se dispone de más espacio en la pantalla para insertar material didáctico.  Pero supongamos que el docente propone una lectura en voz alta y un alumno se ofrece a realizarla. Se activa su cámara y el resto del alumnado le podrá ver y escuchar.
Se recomienda disponer de una conexión “decente” a internet para que la transmisión no “vaya a tirones”.
En caso de no poder asistir, al alumno se le proporciona un link para poder verla en diferido.
Actualmente estoy impartiendo un curso de estas características y he de reconocer que, después de 17 años como docente, es mi primera experiencia online y me está pareciendo muy positiva y, lo más importante, las diferencias con un curso presencial son muy pequeñas.
Además en unos momentos donde la situación económica es delicadísima, un curso online te permite formarte sin salir de casa con el ahorro de dinero y de tiempo que eso supone y con la comodidad que conlleva.
Espero haber resulto las dudas que me habéis planteado y os animo a realizar la próxima edición del curso COMUNICACIÓN EFICAZ.

sábado, 14 de abril de 2012

Los diminutivos

Todo lo que voy a escribir aquí es subjetivo, pero me veo en la obligación moral de hacerlo como locutor y oyente. Sé que no hay ley alguna que prohíba el uso de los diminutivos en los medios de comunicación como no la hay que obligue a usarlos constantemente. Par mí el uso excesivo del diminutivo es directamente proporcional al nivel de ridículo que hace el que los utiliza.

Pero pongamos un ejemplo para verlo más claro. Un/a locutor/a se dirige a su audiencia:

Buenos días, ¡Qué mañana más soleada tenemos! ¿Qué tal gente? Luce un sol radiante y el termómetro de nuestra ventana marca los veinte grados. Para comenzar la jornada que os parece si escuchamos un canción de una chica francesa que nos cuenta cosas interesantes sobre la vida de las tortugas en cautiverio. Marta Marceau y su tema: “Mi tortuga Lulú”…


Es una forma más o menos tópica y que se podría escuchar, cualquier mañana, en infinidad de emisoras.
Pero la cruda realidad es otra (póngase tono de terror para leer este párrafo). En muchísimas emisoras el ejemplo anterior, se escucharía así:

Buenos días, ¡Qué mañanita más soleadita tenemos! ¿Qué tal gentecita? Luce un solecito radiante y el termómetrito de nuestra ventanita marca los veinte graditos. Para comenzar la jornadita que os parece si escuchamos un cancioncita de una chiquita francesa que nos cuenta cositas interesantes sobre la vida de las tortuguitas en cautiverio. Martita Marceau y su temita:”Mi tortuguita Lulú”. ¡Ay, perdón!: “Mi tortuga Lulú”.

Ya sé que esto es como predicar en el desierto y que no cambiará mientras no haya manifestaciones por las calles con pancartas del tipo: “Abajo la reforma laboral y abajo los diminutivos en los medios” o “Cárcel para el que diga dos diminutivos seguidos”, “Los diminutivos no nos representan”, " No a la caza del elefante ni al exceso de diminutivos en la radio", etc…

Para buscar conclusiones a tan complicado asunto, analicemos el caso en profundidad. Esta es la definición de diminutivo:
Los diminutivos son afijos derivativos que modifican el significado de una palabra, generalmente un sustantivo, para dar un matiz de tamaño pequeño o de poca importancia, o bien como expresión de cariño o afecto. En ocasiones pueden tener un sentido despectivo, según el contexto.

Si presentando un programa vamos a hablar sobre un tema importante, no podemos decir (me guío por la definición anterior) que vamos a hablar sobre un temita importante, porque le estamos dando un matiz de pequeño o de poca importancia, entramos en una contradicción y no creo que ese sea nuestro propósito. Vale, sirve para expresar cariño o afecto pero los besos y los abrazos también son manifestaciones de cariño y no estamos dando 20 besos y abrazos por minuto, salvo que hayamos intimado mucho y no creo que sea el caso con varios miles de oyentes (¿Te imaginas… eh…, bueno, dejémoslo).

Por otro lado, se supone que nuestra audiencia es heterogénea y nos podemos encontrar gente que nos conoce y gente que no, gente joven o un señor de 60 años y claro, a lo mejor no produce el mismo efecto un diminutivo en un adolescente que en un señor entrado en años. Recuerda que ambos son igual de importantes.

Pero mi reflexión va más allá ¿El uso excesivo de los diminutivos mejora nuestra comunicación? ¿Hay algún estudio científico que lo acredite? ¿Ganamos más audiencia usándolos?¿Hay avalanchas de peticiones de los oyentes que los demanden? ¿Nuestra vida carecería de sentido sin ellos?

Cuando escucho a Paloma San Basilio haciendo versiones de sus canciones con un supuesto ritmo discotequero o a Raphael haciendo versiones en inglés, me hago la misma pregunta ¿Por qué? ¿Qué necesidad había?

Yo, a mi hija, le digo a veces “Cielito” y lo voy a seguir haciendo, pero no estoy todo el día “Cielito, tomate la cenita, ponte el pijamita, lávate los dientecitos y métete en la camita que te voy a contar un cuentecito”. De hacerlo, a lo mejor la volvía tontita. Los logopedas recomiendan a los padres no decir palabras en diminutivo como “regalito”, “neverita”, “zapatito” porque un niño con problemas de lenguaje tiene dificultad para decodificar y al escuchar estas palabras será mucho más difícil pronunciarlas.

En mi opinión el uso excesivo de diminutivos en el micrófono es una moda que algún día pasará (o eso espero) y como tantos otros defectos de los locutores nace de imitar a otros compañeros. Habrá alguien que al leer esto dirá “pero es que yo en mi comunicación cotidiana los uso mucho”. Vale, pero su uso excesivo no es correcto. Lee de nuevo la definición y analiza tu forma de comunicar. Recuerda que el comunicador profesional debe exigirse hablar con corrección. De acuerdo que yo defiendo la naturalidad pero si en el lenguaje cotidiano cometemos errores, hemos de corregirlos si queremos dedicarnos a esto.

Adiosito

viernes, 13 de abril de 2012

lunes, 2 de abril de 2012

Dos nuevas propuestas formativas

Os presento dos nuevas propuestas formativas. Por un lado la segunda edición del curso COMUNICACIÓN EFICAZ. Curso que, en su 1ª edición, comenzó el pasado 19 de marzo y que actualmente seguimos realizando. En este curso tratamos de mostrar a los alumnos que la mejor forma de comunicar ante un micrófono, es siendo uno mismo. Creo firmemente que la base de la comunicación audiovisual, es la naturalidad. El curso es online. Esta 1ª edición nos está demostrando que un curso de locución se puede hacer con resultados óptimos con una plataforma como Adobe Connect donde docente y alumno se pueden ver y escuchar.
La otra propuesta es un taller presencial de 5 horas, que celebraremos el día 12 de mayo en Granada, sobre LOCUCIÓN PUBLICITARIA. Creo que falta bastante formación en este campo. Son muchos los locutores que desde sus comienzos se ven obligados a grabar publicidad sin formación alguna, sin conocer las técnicas básicas. Esto provoca que se adquieran vicios y que los resultados sean deficientes. Intentaremos en este taller, sentar las bases para que, posteriormente, el alumno pueda practicar, mejorar y alcanzar el nivel que se requiere en la publicidad audiovisual. No es necesario tener experiencia.